Hijo del escultor e imaginero Dionís Renart i Bosch (1852-1922), se inició en el taller de su padre, junto con su hermano Joaquim Renart, para ingresar después en la Llotja de Barcelona. También fue discípulo de Josep Llimona.
En un viaje a París quedó impresionado, como tantos otros artistas catalanes, por la obra del escultor Auguste Rodin. Se especializó en escultura funeraria e imaginería y en la creación de medallas, ámbito en el que destacó.
Las obras de la primera etapa de este autor coinciden de lleno con el carácter modernista, como, por ejemplo, Eva (1906; fondo MNAC), que ganó una medalla en la Exposición Internacional de Barcelona de 1907, o Gerro amb figura femenina (Jarrón con figura femenina, fondo MNAC). Unos años más tarde se centró en la escultura religiosa y de estudio.
No fue un personaje activo en los movimientos intelectuales modernistas, sino que más bien se mantenía aislado socialmente.
Una de sus grandes aficiones fue la astronomía, lo que lo llevó a colaborar en diversas revistas científicas catalanas y europeas, y fue uno de los fundadores de la Sociedad Astronómica.