Ingresó con catorce años en la Llotja y después acabó su formación artística con los hermanos Vallmitjana. Ganó prestigio por su participación en la Exposición de Bellas Artes de Madrid de 1872. En 1873, se trasladó a París por un periodo de tres años durante los cuales estudió con Carpeaux y con Carrier-Belleuse, y su obra obtuvo un gran éxito entre el público. Al regresar a Barcelona, ganó diversos premios en las exposiciones que se celebraron en esta ciudad y, más tarde, también en algunas de París y Berlín.
Su obra quedó enmarcada en un academicismo en el que se traslucen elementos renovadores de la nueva estética modernista (Bust de dona jove [Busto de mujer joven]; fondo MNAC).
Asimismo trabajó con la Casa Masriera (véase L. Masriera) para la que realizó las esculturas de la fachada de la nueva tienda de la calle de Bailèn de Barcelona.