Inició los estudios de medicina, pero los dejó enseguida para ingresar en la Llotja de Barcelona. Muy pronto comenzó a participar en diversas exposiciones y adquirió tal prestigio que en la Exposición Universal de 1888 de Barcelona ya era miembro del jurado de arte.
En 1889 fue a París a completar su formación y allí conoció a los pintores R. Casas y S. Rusiñol, y entró en contacto con los impresionistas franceses. Un año más tarde realizó la primera exposición en la Sala Parés (Petritxol, 5). Fue uno de los asiduos a la taberna Els Quatre Gats (Montsió, 3 bis) y a las Fiestas Modernistas de Sitges, y también estaba vinculado al grupo de L'Avenç.
Las obras de los inicios siguen la tradición realista, de carácter muy decorativo, aspecto que le fue criticado en sus primeras exposiciones individuales. Pronto evolucionó hacia la captación de paisajes, con una atmósfera y un cromatismo más modernos (Setembre [Septiembre], 1896; fondo MNAC). También son muy característicos sus paisajes de Mallorca, donde fue director de la Escuela de Bellas Artes de Palma y de Cataluña.
Pese a ser un hombre modernista, sobre todo por su vinculación con todos los acontecimientos del movimiento, pictóricamente mostró dos vertientes, una ligada a la tradición para agradar a cierto público más conservador y otra más moderna y arriesgada, protagonizada por pinturas de paisajes de todos los países en los que había realizado breves estancias (Italia, Argentina, EEUU y Francia).