Inició sus estudios de arquitectura en Barcelona junto con compañeros, como J. Puig i Cadafalch o Joan Modest Feu. Cuando obtuvo el título de arquitecto, en 1892, se trasladó a Terrassa, donde consiguió la plaza de arquitecto municipal. Hasta 1903, exceptuando algún periodo en el que no ejerció como arquitecto municipal, fue realizando encargos públicos en la ciudad. Por tanto, su obra se encuentra principalmente en Terrassa, aunque también fue arquitecto municipal de Rubí y, posteriormente, de Manresa.
Su arquitectura se caracteriza por el tratamiento de los materiales y el conocimiento profundo de las técnicas constructivas, tanto las tradicionales como las más nuevas, que le permitían hacer un uso muy personal de las mismas.
A lo largo de su trayectoria plasmó diversos estilos con el fin de adaptarse a la voluntad de sus clientes, pero a principios del siglo XX, se acercó a la corriente modernista, lo que se evidencia en edificios, en Terrassa, como la Casa Baltasar Gorina (1902; Font Vella, 93) o el antiguo almacén Farnés (1904-1905; placeta de Saragossa, 2; actual sede del Archivo Tobella).
En la misma ciudad de Terrassa dejó muestras de arquitectura industrial, como la fábrica Aymerich, Amat i Jover (1907-1908; rambla d'Ègara, 270; actual sede del Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña) o la Masia Freixa (1905-1910; Parque Municipal de Sant Jordi).