Se dispone de pocos datos sobre este vidriero, pero sí se tiene constancia de que trabajó, desde muy joven, en una de las casas más prestigiosas y activas del periodo modernista: la empresa Rigalt, Granell i Cia.
Estudió bellas artes en Barcelona y consiguió un nivel excelente en lo que respecta a la técnica de la vidriera, como se puede ver sobre todo en sus grisallas.
Colaboró en la elaboración de las vidrieras del cimborrio de la catedral de Barcelona y en la restauración de algunas vidrieras de la basílica de Santa Maria del Mar (plaza de Santa Maria, 1) de Barcelona.