Hijo de Francesc Cabot, platero, siguió la tradición familiar y consiguió incorporar las innovaciones propias de su época de estilo modernista para finalmente introducir las tendencias de la nueva corriente novecentista. En 1905 abrió una tienda de joyas en Barcelona que adquirió mucho prestigio y que, finalmente, traspasó a la Casa Sanz de Madrid.
En el campo en el que más destacó fue en la vida social de la ciudad, ya que fue presidente de empresas públicas, de la Feria de Muestras de Barcelona, del Centre Excursionista de Catalunya y del Orfeó Català entre 1901 y 1935, cuando se construyó el edificio del Palau de la Música Catalana (Palau de la Música, 4-6).
Realizó crítica de arte en La Renaixença con el pseudónimo de "Dr. Franch" y fue director y fundador de La Veu de Catalunya en 1899, periódico en el que se encargaba de las "Notes Artístiques", en las que no fue demasiado defensor de los artistas modernistas.
Encargó la construcción de las casas Cabot (1901-1904; Roger de Llúria, 8-10, 12-14) al arquitecto J. Vilaseca.
Participó activamente en la política catalana como diputado provincial en 1911 y colaboró en la creación de la Mancomunidad de Cataluña.