El objetivo de la exposición es dar a conocer a las mujeres pintoras de finales del siglo XIX que dedicaron su carrera a pintar las flores del Modernismo catalán y que son poco conocidas. Nos referimos a las mujeres artistas que participaron en las exposiciones femeninas de la Sala Parés de Barcelona en los años 1896, 1897, 1899 y 1900.
En 1896, la Sala Parés organizó la primera exposición exclusivamente femenina, como ya se había hecho en Chicago poco antes. Participaron una gran variedad de mujeres artistas cuyo objetivo principal era darse a conocer al público.
Esas exposiciones femeninas de la Sala Parés fueron el punto de inflexión a partir del cual cada artista pudo elegir y proseguir su carrera, un punto de partida para "normalizar" la profesionalización de estas pintoras.
El tema más recurrente de esas muestras fueron las flores, que incluso merecieron un trato específico dentro del bodegón o naturaleza muerta. Ello se debía a que las mujeres que se matriculaban en la Escuela de Bellas Artes, la Llotja, tenían vetado el acceso a las clases de desnudo, lo que no facilitó que pudieran dedicarse profesionalmente a la figura o al retrato.
Estas artistas aprovecharon la oportunidad que la sociedad les ofrecía y "utilizaron" las flores como manifiesto de su arte. Dotadas para la composición y diestras con el color, algunas consiguieron unos resultados notables; otras, en cambio, tuvieron unas carreras más irregulares, y un grupo numeroso desapareció del panorama artístico después del matrimonio.
Comisariada por la historiadora del arte Consol Oltra, la muestra presenta las obras de estas mujeres, algunas de las cuales se expusieron en la Sala Parés hace más de cien años.