Trabajó en el Palau de la Música Catalana (1905-1908; Palau de la Música, 4-6), del arquitecto L. Domènech i Montaner, elaborando una de las esculturas que se encuentran en el arco del proscenio, la decoración de la escalera noble del vestíbulo y algunos elementos más secundarios.
Junto con el escultor Buzzi trabajó en los pilares del café Torino (1902; paseo de Gràcia, 18; desaparecido), bajo las órdenes de R. Capmany.
Hacia 1914 estuvo trabajando en Rosario (Argentina), colaborando con el arquitecto catalán F. Roca.