Obtuvo el título de arquitecto en el año 1916 y, pese a iniciar su actividad siguiendo el espíritu novecentista, sus obras recogen elementos del Modernismo, como el uso del ladrillo y la cerámica decorativa.
Fue un seguidor de A. Gaudí, aunque no trabajó directamente con él. Justo después de acabar la carrera, fue nombrado arquitecto municipal de Valls, cargo que ocupó hasta 1918. Entre 1918 y 1923 construyó edificios agrarios siguiendo las pautas modernistas, como, por ejemplo, el Sindicato Agrícola de Cabra del Camp (1920) o las bodegas del Pinell de Brai (1919-1922) las denominadas catedrales del vino.
Colaboró en revistas y en la prensa diaria, como La Vanguardia, y escribió diversos libros sobre arquitectura. A partir de 1929 se dedicó casi de lleno a las restauraciones y a la investigación histórica.