Hijo de un pintor y decorador, con el que empezó su formación, en el año 1884 se marchó a Madrid a estudiar en la Academia de San Fernando, donde fue discípulo de Sunyol.
En 1888 ganó una pensión para realizar una estancia en Roma y después en Francia. Al poco de su vuelta a Barcelona empezó a trabajar como profesor en la Llotja y posteriormente fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi.
Las esculturas de este autor dan fe de su formación académica, aunque en alguna obra se entrevé un concepto plástico, que lo condujo a sumergirse en la estética modernista, como puede observarse en la obra Caritat (Caridad, 1906; fondo MNAC). En su etapa de madurez realizó muchos monumentos conmemorativos y escultura aplicada a la arquitectura.
Destacó sobre todo como medallista: es el artífice de muchas medallas oficiales y de diversas placas con temas deportivos.