Industrial y mecenas, en 1901 hizo una donación a la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona para que se llevara a cabo la construcción de un proyecto elaborado por el meteorólogo Eduard Fontserè y por el arquitecto J. Domènech i Estapà para construir un observatorio astronómico, meteorológico y sísmico en la montaña del Tibidabo de Barcelona. Finalmente, gracias a otra ayuda de la Diputación de Barcelona, las obras se iniciaron en 1902 y el edificio, de estilo modernista, fue inaugurado con el nombre de Observatorio Fabra en 1904 (carretera del Observatori, s/n).