Estudió en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, donde se licenció en 1907 y de la que posteriormente fue catedrático (1920-1950).
Desde sus inicios colaboró con su padre, el arquitecto L. Domènech i Montaner, en el Institut Psiquiàtric Pere Mata (1898-1922; paseo de Briansó, s/n, Reus) y fue el continuador, en 1912, de las obras del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (1902-1930; Sant Antoni Maria Claret, 167) y de la Casa Domènech (1908-1910; Riera Gavarra, 2, Canet de Mar; actual sede de la casa-museo Domènech i Montaner), donde también colaboró F. Guàrdia, su cuñado.
Su producción individual combina algunos elementos del Modernismo con otros novecentistas, como la Cooperativa Agrícola de L'Espluga de Francolí (1913; avenida de J.M. Rendé i Ventosa, 5, L'Espluga de Francolí) o la Casa Marco (1926; Raval de Santa Anna, 23-25, Reus).
Ya plenamente novecentistas son las obras para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, de las que fue arquitecto director. En este proyecto colaboró, junto con otros arquitectos, como E. Catà, en el Palau Nacional (Parque de Montjuïc, Barcelona, 1927-1929; actual sede del Museu Nacional d'Art de Catalunya) y proyectó el Estadio de Montjuïc (paseo Olímpic, 17-19, Barcelona, 1926-1929).