La obra de este arquitecto, que obtuvo el título en Barcelona en 1879, es un ejemplo de cómo algunos arquitectos modernistas partían de los postulados del neomedievalismo, concretamente de las formas góticas, pero añadiéndoles elementos florales y vegetales propios del Modernismo en la ornamentación de los edificios. Un ejemplo de su producción es la Casa Vídua Marfà (1901-1905; paseo de Gràcia, 66) o la Casa Isidoro Majó (1890; Doctor Dou, 2 - Carme, 40).