Personaje polifacético, colaboró en la construcción de la casa de su cuñado, el pintor R. Casas, la Casa Casas-Carbó (1894; paseo de Gràcia, 96).
Destacó como coleccionista de obras de arte, sobre todo de R. Casas y de otros pintores jóvenes del momento.
Colaboró habitualmente en la revista Pèl i Ploma.