Estudió en la Llotja de Barcelona y desde 1892 a 1895, gracias a una pensión, pudo marcharse a París donde fue discípulo de Benjamin Constant y de Jean-Paul Laurens.
Durante los años posteriores colaboró dibujando en varias revistas como Álbum Salón, y unos años más tarde, en Pluma y Lápiz. Posteriormente, volvió a París para trabajar, como director artístico, en la Casa Sirvent, donde repetía los mismos temas de figuras femeninas con mucho decorativismo.
Se le conoce como el "Mucha catalán" por las grandes semejanzas con el artista checo.