Carles Butsems i Marià fundó en 1856 una empresa de materiales de construcción, Butsems i Fradera, que, en los años setenta del siglo XIX, aún funcionaba como fábrica de piedra artificial. Poco después, sin embargo, se convirtió en pionera en la fabricación de pavimentos hidráulicos, incorporando las nuevas formas del Modernismo y satisfaciendo las demandas de los arquitectos del momento. Su establecimiento fue uno de los premiados por el Ayuntamiento de Barcelona en 1907 (Pelai; desaparecido).
Algunos de los arquitectos más conocidos, J. M. Jujol, A. Gaudí, J. Puig i Cadafalch o L. Domènech i Montaner, realizaron diseños para las piezas de esta empresa y contaron con su colaboración para la decoración de sus edificios.