El industrial Josep Batlló i Casanovas encargó a Antoni Gaudí la reforma de la casa que tenía en el paseo de Gracia de Barcelona. Gaudí trabajó en el proyecto entre 1904 y 1906 y modificó radicalmente la fachada, el vestíbulo de entrada, el patio de luces y el piso principal, para el cual diseñó también el mobiliario. En la fachada sustituyó el primitivo muro de mampostería por una atrevida estructura de piedra de Montjuïc sobre la cual se erige un elaborado muro policromado con piezas cerámicas, coronado por un tejado muy pronunciado que esconde una buhardilla doble.
El edificio lo compró en 1954 una empresa de seguros que a su vez lo vendió a la familia Bernat en 1994. Actualmente, la sociedad Casa Batlló, SL regenta los distintos espacios del edificio. Se realizan visitas en horarios muy amplios y se alquilan los ámbitos más representativos para diversos actos sociales. Ha sido restaurada por el equipo de arquitectura Josep Maria Botey i Associats, SL y más tarde por Joan Bassegoda.