El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) conserva la colección pública más importante de arte modernista. Sus orígenes hay que buscarlos en las exposiciones de bellas artes que el Ayuntamiento de Barcelona organizó desde 1891 con el objetivo de crear un fondo museográfico de la ciudad. La colección estuvo depositada desde 1973 en el Museo de Arte Moderno (MAM), ubicado en la actual sede del Parlamento de Cataluña, en el parque de la Ciutadella. De acuerdo con la Ley de museos de la Generalitat de Catalunya de 1990, se fundó el MNAC, regido por un Patronato constituido por la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y el Ministerio de Cultura.
El MNAC incorporó las obras del MAM dentro de un ambicioso proyecto que implicaba la remodelación del Palacio Nacional de Montjuïc, edificio emblemático de la Exposición Internacional de 1929 a partir de un proyecto de remodelación de Gae Aulenti, Enric Steegmann y Josep Benedito. Son particularmente ricas las colecciones de pintura de Rusiñol, de Casas, de Mir y de Nonell; las de escultura de Llimona y Blay, y también las de artes decorativas con conjuntos de Puig i Cadafalch, de Homar y de Gaudí.