Tras la Exposición Internacional de 1889 París había mostrado al mundo su posición pionera en la innovación tecnológica y artística, y se había situado en una posición de protagonista para iniciar el paso hacia el siglo XX.
La figura más destacada del Art Nouveau parisino es el arquitecto Hector Guimard. Con la construcción del Castel Béranger (1894-1898) llevó a la ciudad una forma nueva de arquitectura, resolviendo de forma inédita el programa de la vivienda múltiple, diseñando una disposición en planta que posibilitase la iluminación natural del espacio interior, y creando unas fachadas que combinan materiales y formas que las alejan de la arquitectura anterior. Cuando en 1900 París volvió a mostrarse al mundo con la Exposición Internacional, si bien Guimard no participó en el recinto expositivo, su obra se extendió por toda la ciudad con el diseño de las bocas del metro, que le hicieron totalmente visible para los visitantes del certamen. Para este encargo el arquitecto diseñó unas piezas seriadas de hierro colado y vidrio que, en combinaciones diversas, se adaptaban a las necesidades de cada una de las estaciones. Su lenguaje abstracto pero con raíces aferradas en la naturaleza, invadió la ciudad, llegando a conocerse con el nombre de Style Metro.
Otro foco catalizador de la renovación Art Nouveau fue el coleccionista y galerista Siegfried Bing. Responsable desde hacía años de la difusión de las japonaiseries, a partir de 1895 difundió las nuevas formas aplicadas a las artes decorativas europeas y norteamericanas desde su tienda de la calle Provence, bautizada con el esclarecedor nombre de Art Nouveau, término adoptado posteriormente para designar el movimiento internacionalmente. En la tienda, decorada parcialmente por Herny van de Velde, se exponían todos aquellos objetos necesarios para decorar una casa moderna: muebles, lámparas, esculturas, porcelana, joyas, tejidos...; obras de Tiffany, Daum, Georges de Feure, Gaillard, Edward Colonna..., que muestran la modernidad de las creaciones de las industrias artísticas, además de muestras de pintura y escultura. En la Exposición Universal de 1900 Bing se presentó con un pabellón propio y obtuvo un gran éxito.
En la actualidad, entre la arquitectura monumental característica de París pueden seguirse las huellas de la arquitectura Art Nouveau, sea a través de las obras del citado Guimard, o de las de Jules Lavirotte (la casa de la avenida Rapp, 29, de 1901), o las de George Chédanne (la sede de Le Parisien Libéré, de1905, en la calle Réaumur, 124) o a través de los ricos interiores como los del restaurante Maxim's, decorados por Louis Marnez (1900).