El Modernismo llegó a Wiesbaden junto con las ideas del movimiento de reforma social Lebensreform, o reforma de la vida, a finales del siglo XIX como expresión estética de una élite social ilustrada.
Wiesbaden atrajo a varios artistas que trabajaban el Modernismo, entre ellos Egon Josef Kossuth y Hans Christiansen. El último se trasladó de Darmstadt a la calle Wilhelmstraße, 17, de Wiesbaden en los años 1910-1911 y diseñó un salón dorado y otro negro para su piso de alquiler (actualmente en el Instituto Mathildenhöhe de Darmstadt y en el Museo de Artes Aplicadas de Colonia, respectivamente).
En la ciudad abundan fachadas modernistas impresionantes, como por ejemplo la de la villa del número 10 de Bingertstraße (1901). Diseñada por el arquitecto húngaro Josef Beitscher, es la antigua residencia del mecenas Ferdinand Wolfgang Neess. Hans Christiansen creó otra fachada notable para la villa de la calle Dambachtal, 20 (1902), diseñada por Friedrich Werz. Algunos edificios de viviendas de zonas de nueva urbanización de Wiesbaden presentan también detalles modernistas interesantes.
En el centro de la ciudad se construyeron numerosos hoteles de estilo modernista, como el Hansa, en la esquina de Bahnhofstraße con Rheinstraße; el Goldener Brunnen, en Goldgasse, el Palatshotel, en Kranzplatz, o el Saalburg, en Saalgasse. También se construyeron varios edificios comerciales modernistas en Kirchgasse y Langgasse, las vías principales en la época. Entre estos se cuentan los grandes almacenes Kaufhaus Bormass (1905), en la esquina de Mauritiusplatz y Kirchgasse, 45, y los Warenhaus Blumenthal (1907), en Kirchgasse, 39-41, así como la tienda de moda Modehaus M. Schneider (1908), en Kirchgasse, 35-37. En Langasse, frente a la Römertor, o puerta romana, el edificio comercial y de producción del periódico Wiesbadener Tagblatt (1909) constituía un verdadero "palacio del periodismo".
En 1907, Friedrich von Thiersch completó el nuevo balneario Neues Kurhaus en Wiesbaden. Fritz Erler creó un friso de pintura figurativa para su Muschelsaal (Sala de conchas), que al principio despertó cierta controversia. Al cabo de unos años, sin embargo, el Modernismo fue aceptado también en edificios municipales.
En 1909, en Bierbrich (entonces un municipio independiente, pero desde 1926 un distrito de Wiesbaden), Paul Bonatz completó un edificio monumental para el productor de vino espumoso Otto Henkell, para el que, entre otros, Fritz Behn creó un relieve, Hans Beat Wieland un friso de pintura y Hans Christiansen diseños de vidrio sobre el tema del vino.
Ese mismo año se erigió un edificio con una sala de vigilia y un crematorio en los terrenos del nuevo cementerio del sur bajo la dirección de August O. Pauly. El interior fue diseñado por el artista de Wiesbaden Hans Völcker. Más adelante, cuando en 1913 se inauguraron los primeros baños públicos de Wiesbaden, el Kaiser-Friedrich-Bad, el friso de pintura decorativa de Völcker fue recibido con entusiasmo. También ese año creó las pinturas murales ornamentales de la biblioteca pública de Hesse (1913), en lo que ahora es Rheinstraße, 55-57, i del museo municipal (1915), actualmente el Landesmuseum, construido por Theodor Frischer en lo que hoy es el número 2 de Friedrich-Ebert-Allee.
Finalmente, pero no menos importante, la Iglesia Luterana, una iglesia monumental diseñada por Friedrich Pützer (1910), presenta una decoración modernista espectacular creada por Ernst Riegel.