Cerdanyola del Vallès goza de una situación estratégica dentro del área metropolitana de Barcelona y pertenece a una dinámica comarca: el Vallès Occidental.
El Modernisme de la ciudad tiene su origen en el veraneo. Gracias a la belleza del paisaje, la abundancia de agua y las buenas comunicaciones, entre la década de 1880 y la de 1930, fue un punto de atracción de la burguesía y los intelectuales barceloneses, lo cual dio lugar a una nueva arquitectura con casas de alquiler, casinos, una nueva iglesia y lujosas torres que modificaron el paisaje urbano.
Entre los arquitectos modernistas que trabajaron en esta localidad destacan Gaietà Buïgas, Eduard M. Balcells, Marcel·lià Coquillat, Ferran Cels, el maestro de obra Josep Graner, los seguidores de Gaudí Joan Rubió i Bellver, Cèsar Martinell, autor de la desaparecida Bodega Cooperativa, y Lluís Muncunill, junto a autores más jóvenes que se sitúan ya a caballo del Noucentisme, como por ejemplo los hermanos Antoni y Ramon Puig Gairalt o Rafael Masó. Gaietà Buïgas Monravà reformó el castillo de San Marcial y es el autor de numerosos edificios de la ciudad. Su sobrino Eduard Maria Balcells fue arquitecto municipal a partir de 1905 y realizó muchas obras modernistas. En semejante contexto familiar se sitúa el ingeniero Carles Buïgas, autor de las fuentes luminosas Art Déco de Montjuic.
Una parte importante del patrimonio arquitectónico desapareció a partir de la década de 1960 a raíz de la especulación urbanística y la transformación en ciudad dormitorio. Entre lo que se ha conservado destacan la Rectoría, la Casa Mongay, la Casa López, la Casa Dolors Balcells y las Escuelas, todas obra de Eduard Maria Balcells; la Torre Roja, Can Llopis y el Castillo de San Marcial, de Gaietà Buïgas; la Casa Vinyals (actual Escuela de Música), de Ramon Puig Gairalt, o el Panteón Fatjó, entre otros. La Torre Roja (1879) es una de las construcciones más interesantes de la ciudad, atribuida a Gaietà Buïgas, si bien es posible que contara con la intervención de Lluís Domènech i Montaner. En cuanto a los interiores destaca Ca l'Arquer de Marcel·lià Coquillat, edificio reformado por Antoni Puig Gairalt, los vitrales de la Casa Fernández, obra de Balcells, y los mosaicos de Lluís Brú en la iglesia de San Martín, construida en estilo ecléctico por Claudi Duran i Ventosa. En el interior del templo se conservan también otros elementos modernistas como la reja del baptisterio, los vitrales y el estandarte de las Hijas de María realizado por la casa Esteve y Cía.
El músico Enric Granados fue uno de los veraneantes más habituales y atrajo a su vez a colegas como Eduard Toldrà o Pau Casals. Entre el núcleo de pintores destacan Josep de Togores, que nació en Cerdanyola, Alexandre de Riquer, Manuel Cano, Manuel Humbert y Marià Espinal; y entre los escultores, Rafael Atché, Ismael Smith, Alberto Lena, que fundó un taller de moldes, Josep Viladomat y Francesc Juventeny.
Este núcleo cultural es el hilo conductor del Museo de Arte de Cerdanyola, ubicado en el antiguo Casino. Destaca el conjunto de vitrales denominado Las Damas de Cerdanyola, punto culminante del vitral modernista catalán. El museo tiene un importante fondo modernista de pintura, escultura, arquitectura, fotografía y artes industriales, con obras de Casas, Llimona, Balcells, Brú, Escaler, Burguès, Smith, Vilatobà y Togores.