Szecessió es el nombre que recibe el Modernismo en Budapest. Tras la revolución y la guerra de la independencia de 1848-1849, el período de resistencia nacional finalizó con el acuerdo de 1867 entre Austria y Hungría, momento en el cual el país recupera su estatus de reino y nace el Imperio austrohúngaro. El período de calma entre 1867 y 1914 marca el apogeo de Budapest, que se creó con la unión de tres zonas: Óbuda (Antiguo Buda), Buda y Pest. Desde entonces se inicia una rivalidad con Viena que culmina en 1896 con la celebración del milenario, que conmemoraba la llegada de los magiares a la cuenca carpática. La celebración vino acompañada de grandes obras públicas en todo el país y de una gran exposición nacional sobre arte y ciencia. El crecimiento impresionante de la ciudad requería una autoridad de planificación urbana bien organizada: el Consejo de Obras Públicas, un cuerpo administrativo que planificó la construcción de distritos enteros y de espacios públicos en Budapest.
El año 1896 puede considerarse también el inicio del Modernismo en Budapest, con la inauguración de la Escuela y Museo de Artes Aplicadas (1893-1896), obra de Ö. Lechner, un experimento arquitectónico para un edificio de "estilo húngaro" donde se mezclan elementos y ornamentos inspirados en el arte popular húngaro y otros de origen hindú y persa. El uso de elementos orientales -en un claro intento de crear un "estilo nacional"- quiere ayudar a recordar el origen asiático del pueblo magiar. Del mismo arquitecto destacan la Caja Postal Principal (1899-1902) y la antigua Villa Balázs Sipeky. Otros arquitectos se suman también a este intento, pero utilizando elementos de la arquitectura popular de Transilvania, como apreciamos en los pabellones del Zoológico de Budapest (1908-1909), de los arquitectos K. Kós y D. Zrumecky, miembros de los "Jóvenes", un grupo de jóvenes arquitectos que utilizaban estructuras puras de la arquitectura tradicional húngara con una decoración ornamental limitada.
La influencia de la Secession vienesa se refleja en algunos edificios como el Palacio Gresham (1907), de Z. Quittner y J. Vágó; la Academia Nacional de Música (1904-1908), de K. Giergl y F. Korb; el Hotel-Balnerario Gellért (1911-1918), de A. Hegedüs, I. Sterk y A. Sebestyén, y en la obra de B. Lajta (1873-1920), que incorpora el ladrillo visto en el Instituto Judío para Invidentes (1905-1908). Lajta fue en el inicio un seguidor de Lechner, pero tras sus largos viajes por el extranjero y por Hungría -principalmente por Transilvania, donde examinó la arquitectura tradicional popular- se convirtió en el fundador y principal representante del movimiento arquitectónico moderno en Hungría. En la fachada del antiguo Banco Török (1906), de H. Böhm y A. Hegedüs, podemos admirar los suntuosos mosaicos de M. Róth, que representan una escena alegórica de la historia húngara. El edificio tiene una estructura de acero y vidrio, típica del Movimiento Moderno, que presenta un coronamiento de perfil ondulante.
En cuanto a las artes aplicadas, destaca la cerámica de la factoría Zsolnay de Pécs, que cubre los tejados y los coronamientos de los edificios, así como los vitrales del taller de M. Róth y la escultura aplicada de G. Maroti. Hay que mencionar también la fundación de la Colonia de Artistas de Gödöllö, donde pintores, escultores, arquitectos y artífices trabajaron conjuntamente en la búsqueda del arte total. El objetivo de la Colonia de Artistas Gödöllö, dirigida por A. Körösföi-Kriesh, era la recreación de la unidad entre vida y arte.